¿Cómo explicar la primavera?

Es como si durante el crecimiento perdiéramos la capacidad de dejarnos sorprender por el mundo.
Dijo Jostein Gaader.
Dejamos de preguntarnos cosas simples como: ¿es posible que suceda ésto?, ¿por qué sucede lo otro?. Deja de sorprendernos un amanecer, pensamos que es seguro que suceda,que siempre saldrá el sol, es lo normal, pensamos.
Lo mismo pasa con la primavera.
¿Qué es la primavera?, ¿es seguro que suceda?, ¿por que cada año nos sorprende menos?, ¿siempre ha sido así?, ¿todas las primaveras son iguales?, ¿es tan estable el proceso estacional como era antes?.
Vamos a fondo.

Nuestro planeta gira durante 365 días alrededor del sol en una órbita imperfecta, elíptica, donde el sol ocupa uno de los centros. No es una circunferencia, una elipse tiene dos centros. A los centros de la elipse los llamamos focos. Recuerdo en las clases de ingeniería a mi compañero astuto aquel, que siempre preguntaba de todo, cuando dijo: Si el sol ocupa uno de los focos ¿qué ocupa el otro foco?.
Jajajajaja hoy mi amigo es triple AAA.
Seguimos...

Lo asombroso es que a 29.8 kilómetros por segundo (km/seg) que avanza nuestro planeta en promedio, hay una fuerza gravitacional que lo jala al sol y otra fuerza centrífuga que quisiera lanzarlo para siempre al infinito.
Ambas fuerzas están en equilibrio, mmm ¿cómo? si, así.
¡ ufff, y recontra ufff !.
Más asombroso aún es que a veces el planeta acelera y otras desacelera poniendo en riesgo éste frágil y preciso equilibrio, por que debido a que no es una circunferencia la órbita, entonces, cuando se acerca más al sol (perihelio) acelera hasta llegar a 30.75 km/seg y cuando pasa más lejos del sol (afelio), desacelera a 28.76 km/seg.
Lo anterior no significa que acelere de un día para otro, ni que cambie de velocidad en forma errática o aleatoria, no.
Significa que nunca es constante la velocidad y conforme se aproxima el planeta al 3 de julio (afelio máximo más alejado) va acelerando y conforme se aproxima al 4 de enero (perihelio más cerca) va desacelerando.
Así, la primavera es un momento donde la traslación del planeta dejó de desacelerarse y ha comenzado a acelerarse.
Es como el canbio de una velocidad a otra en el auto, claro paulatinamente, es un lapso de transición de la desaceleración a la aceleración, cuando entra la primavera estamos en un punto neutro.
Otro ¡ Ufff y recontra ufff !.

También es asombroso que los planetas giran en nuestro sistema solar en el mismo disco planetario orbital y todos giran sobre su propio eje perpendiculares a ese plano orbital.
Bueno, en el caso terrestre hay otra imperfección, el eje de rotación está inclinado 23 grados.
Así que al movimiento de traslación a velocidad promedio de 30 km/seg, en el mismo plato orbital que giran todos los planetas, hay que agregar que nuestro planeta tarda 24 horas en girar sobre su propio eje, que gira a 465 metros por segundo (m/seg) y que éste movimiento de rotación es perpendicular al plano orbital, pero con un error de inclinación de 23 grados.

Gracias a éste error, el medio ambiente es variable, no es estable, es caótico y entre equilibrios y desequilibrios permite a los ecosistemas funcionar y a la vida evolucionar.
Todo fluye, cambia y se transforma.
Esto implica que el sol irradia la superficie de la tierra de diversas formas durante el año y se da la magia "de un planeta único" que respira calor en su superficie.
Durante el invierno ésta inclinación hace que el polo norte se incline hacia afuera del disco planetario orbital, produce que la irradiación solar se aleje del hemisferio norte y caiga sobre el hemisferio sur, el planeta se enfría en el norte y Groenlandia recupera sus casquetes polares, cuando menos en parte.
Luego avanza del invierno a la primavera, hemos visto que va desacelerando más y más. Además la irradiación va cambiando por que el eje sigue inclinado y cuando el planeta llega al 21 de marzo, la irradiación se vierte 50% en el hemisferio norte y 50% en el hemisferio sur. El día y la noche duran exactamente lo mismo, 12 horas.
El inicio de la primavera es ese momento, el 21 de marzo es ese día extraordinario de equilibrio perfecto. El planeta está en el punto neutro de su velocidad de traslación y el sol irradia su superficie en forma igual, el día y la noche duran lo mismo. Equilibrio.
Durante verano el sol irradia sobre el hemisferio norte ya que la inclinación es al sol. Es como si el planeta saludara al astro rey y le hiciera una reverencia. Por eso es caluroso el verano en el norte y es frío en el sur debajo del ecuador terrestre. El planeta se calienta y acumula calor en sus masas oceánicas y en sus masas de aire. Hemos visto también que además de calentarse se acelera.
La primavera es un lapso de transición entre el frío y el calor planetarios, eso tiene enormes consecuencias climáticas y sobre los ecosistemas de toda índole, es como si se detonara la vida.
Y los mayas de Chichén Itzá lo sabían.

La primavera es cambio, sigue fluyendo todo pero pasa de frío a calor, de nortes a vientos alisios, de la desaceleración a la aceleración, de las noches largas a días largos, las corrientes marinas cambian también pues las masas de agua frías que yacen en las profundidades ceden a las masas que comienzan a calentarse en la superficie, se vuelven más lentas.
También el planeta se calienta en el Ecuador, desde la primavera comienzan a ceder los frentes fríos y masas del norte y comienzan a surgir tormentas tropicales conforme el planeta avanza a su calentamiento estacional.
La masas de agua caliente fluyen en las corrientes y alimentan huracanes en la primavera y verano.

Si la primavera no existiera, si el planeta no tuviera éste lapso de cambio total, y desacelerara más su velocidad de traslación o si el eje de la tierra no estuviera inclinado y el sol perreara parejo y siempre sobre la misma superficie, sería un planeta muerto, árido y sin emociones.
No perdamos esa capacidad de sorprendernos, el asombro de comprender cómo funciona nuestro mundo y nuestro entorno nos lleva a comprender mejor, comprender nos lleva a amar y amar a defender y cuidar.