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Corriente marina de huracanes


La gran corriente marina del Caribe nos bendice nutriendo al arrecife y a la vez limpiando de plancton nuestro mar, para darnos ese color turquesa inigualable que sustenta nuestro éxito turístico.

Esa misma corriente marina que viaja desde las Antillas Menores nos trae sargazo, plásticos y huracanes y nos baña desde Majahual hasta Contoy incesantemente. Su destino es salir disparada por el Canal de Yucatan al Golfo de México.

Es una corriente de aguas oceánicas cálidas y sobrecalentadas desde la zona ecuatorial y que al evaporarse generan energía para huracanes, la corriente se convierte en una autopista alimentadora de ciclones.

Un huracán, es un fenómeno meteorológico natural, no es producto del cambio climático o de las nuevas condiciones atmosféricas y antropogénicas, siempre han existido. Cuando menos como los conocemos están surgiendo desde hace 12,000 años.


Sucede en la atmósfera baja (un avión puede volar sobre el) y a raz del nivel del mar donde va absorbiendo energía calorífica. Es una enorme máquina térmica de vapor.

Es un gigantesco sistema espiral de forma cónica, como un embudo, cuyo diámetro puede llegar a superar los 1,000 km y cuya altura alcanza los 10 km.

Cuando la superficie del mar supera los 26 grados en algún lugar del Mar Caribe y además hay una zona de baja presión atmosférica los vientos convergen y se entrelazan formando esta maravilla salvaje y monstruosa.

Los vapores calientes de la superficie del amr comienzan a girar pero subiendo a las alturas y las masas frías se entrelazan con estos brazos pero bajando de las alturas a la superficie del mar. El aire caliente sube y el frío baja.

Esos frentes fríos que nos azotan durante el invierno ahora solo son un brazo que juega al remolino con las masas de aire caliente del Caribe.

Cuando tocan tierra los huracanes se debilitan por qué dejan de retroalimentarse de calor oceánico, cuando navegan se fortalecen y su ojo se define con mayor perfección conforme aumentan de categoría.

La dirección convencional es de oriente a poniente, avanzan contrarios al giro del planeta, por eso vienen desde el arco de las Antillas Menores hacia nosotros, igual que el sargazo. Mejor dicho, al girar el planeta la barrera que fórmanos como Caribe Mexicano viaja directo y contrario a la trayectoria de la corriente marina que los trae navegando.

Por la fuerza de Coriolis y la esfericidad de la Tierra, si permanecen mucho tiempo navegando, esa trayectoria comienza a hacer una curva hacia el norte, siempre sucederá así, claro, si no pasa el ojo (centro de la trayectoria) sobre tierra firme.

También otro frente frío puede bajar del norte y enfrentarse a la trayectoria de un huracán y esa experiencia la vivimos los cancunenses cuando se detuvo sobre nosotros Wilma por 3 días. Ya nos la sabemos.

Ayer se formó una depresión tropical por ejemplo que bajó de norte a sur en forma dramática e inverosímil precisamente por un frente frío que la empujó.

Podemos aprender de los huracanes mucho, sobre todo de esa corriente marina que tanto nos afecta para bien o para mal.

Podemos verlos como experimentos científicos y hacernos preguntas como:

¿Cuando la trayectoria manda sobre los frentes fríos?

¿Cuando un frente frío puede ser más fuerte que la trayectoria?

¿Las corrientes están cambiando?

Tomen sus precauciones, ya estamos en temporada de huracanes.


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