Mitos del encuentro de dos mundos

El 12 de octubre de 1492, tres barcos españoles llamados la Niña, la Pinta y la Sta María guiados por la
corriente marina del Atlántico llegaron a lo que pensaron eran las Indias.
Eran exploradores que buscaban reducir los tiempos y costos del comercio de telas, animales, especias y tesoros que en las rutas comerciales establecidas se llevaban por parte de los mercaderes, a Europa.
Sorprendieron a los nativos caribeños en la isla de Gunahani, bautizada como San Salvador por el mismo Capitán de la expedición: Cristóbal Colón. Después los viajeros cruzaron a las Isla de República Dominicana (la española) y Cuba.
Bla, bla y bla.
Eso nos contaron, así está establecido y en la primaria nos educaron y empujaron a creer muchas cosas. Cuestionar era desviarse del dogma.
El contexto histórico de ese viaje de Colon en 1492 era de un Reino de Castilla en la Península Ibérica empobrecido, en ruinas (tuvo que empeñar sus joyas la reina para financiar la aventura) y además en plena Edad Media, antes del renacimiento y por ende en un ambiente religioso inquisitorio y fanatizado. Los conflictos en Europa eran la norma y no se lograba el progreso y desarrollo de las naciones.
El plan era conquistar tierras lejanas y abrir rutas de navegación para el transporte del saqueo y riquezas.
La historia la escribe el vencedor, el conquistador y no siempre es justa y neutral.
Es más equilibrado hablar del encuentro de dos mundos, de un encuentro de dos civilizaciones. Por qué en realidad Colon ni siquiera supo lo que había descubierto.
Bueno, me enfocaré al Caribe Mexicano, por que este Blog es así.
De 1492 a 1517 que llegó la primera expedición española al Caribe pasaron 25 años, si bien las colonias ya habían avanzado y se establecían en las islas del Caribe y algunos puntos de Centro America la península de Yucatán, el Golfo de México y nuestro País actual permanecían inexplorados.
Antes en 1511 habían llegado dos náufragos a costas del caribe, Gonzalo Guerrero y Geronimo de Aguilar y los mayas sabían que iba a ser inevitable la llegada del invasor, los viajeros náuticos que comerciaban hasta las costas de Honduras ya los habían visto y contaban historias en el norte caribeño.
La gran civilización maya en ese entonces ya había decaído, un sistema de cacicazgos o regiones que agrupaban aldeas, algunos puertos de comercio dinámicos y una red de caminos comerciales mantenía la estabilidad social en la Península.
Este sistema de aldeas agrupadas en cacicazgos habia sustituido a aquellos constructores de grandes pirámides y edificios de cal y canto. Las grandes ciudades mayas eran ruinas arqueológicas como hoy las conocemos, cuando llegaron los españoles.
Salvo alguna excepción.
Sin embargo el conocimiento matemático, científico y astronómico heredado permanecía de generación en generación.
Y algunos mitos de ese encuentro son:
1.- Los españoles eran más avanzados en tecnología y eso asustó a los indígenas ignorantes y retrasados.
Los mayas estaban muy por encima en ciencias de la naturaleza, medio ambiente y conocimiento del universo que los españoles de ese entonces. La tecnología española estaba hecha para matar, la maya para observar las estrellas. No fue sorpresa para los nativos, ya habían visto lo que vendría.
2.- Los mayas eran unos salvajes que sacrificaban doncellas en una piedra y las lanzaban a los cenotes para sus dioses. Tratando de justificar la matanza, la pluma del conquistador trata de poner al indígena como un salvaje e inhumano ser despreciable. Pero en esos tiempos en Europa las prácticas de la inquisicion eran más que aberrantes y fanáticas. Nada más salvaje que un calabozo de la iglesia de ese entonces. Nada que ver la piedra de sacrificios mayas.
3.- El conquistador era honorable y humano. En nombre de Dios y con el pretexto de la evangelización sometieron poblaciones enteras, quemaron la ciencia y escritos de la cultura indígena e implantaron la doctrina católica brutalmente. La religión fue usada como un instrumento de sometimiento social. Nada es más triste que ver a los mayas de la zona maya de Qroo en un santuario resando un rosario y nada es más triste que verlos en una procesión en Semana Santa. Con antepasados capaces de predecir un eclipse, un equinoccio y con dos calendarios precisos y extraordinariamente exactos.m, es una pena que recen.
4.- El conquistador respetó los usos y costumbres locales. Para nada, llegaron y destruyeron todo, quemaban la cultura, no solo lo religioso, construyeron iglesias sobre edificios prehispánicos, así de agresivos. La organización social típica centrada en la astronomía y los ciclos agrícolas fue sustituida por el jornal, la lista de raya y el trabajo en las haciendas.
5.- Debe pedir perdón España.
Pero aún así, como lo he explicado y creo que fueron formándose esos mitos. Es una pendejada decirle a España que nos debe a los mexicanos una disculpa. Por qué somos mestizos, por qué al unirse esos dos mundos resultó un tercero y en Mexico somos mexicanos.
Si bien aún hay indígenas y también españoles puros, la realidad es que somos muchos más los mestizos.
Por ende, somos el resultado de esa ciencia, sabiduría y grandeza indígena y también somos el resultado de la cultura occidental, de la ciencia europea, de los griegos y romanos, de la herencia española.
Mexico sin su charrería, mariachis, sin su gastronomía, sin sus trajes típicos españolizados, el desarrollo de universidades desde tiempos lejanos y la grandeza de ambas naciones juntas no sería Mexico.
No nos debe nada España, no le debemos nada.
Eso solo son intentos de nuevos adoctrinamientos y siembra de odios a lo guey. Solo son tácticas típicas de grupos adoctrinadores y manipulativos que no entienden el daño que causan en su búsqueda de la
empatía basada en el engaño.
Valoremos a nuestros antepasados indígenas y rescatemos su ciencia y sentido de armonía con la naturaleza y sintamos orgullo y agradecimiento a nuestra patria madre que nos lleno de su cultura y transformó en lo que somos.
Mexicanos, eso somos y lo que no somos es ni lo uno ni lo otro. Si no todo lo contrario ...