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La crisis climática para 2030, ¿realidad o ficción?


La curva de Keeling mide la concentración de Dióxido de Carbono (CO2) en nuestra atmósfera en partículas por millón (ppm) en el tiempo y desde 1960, en la cima del Mauna Loa de Hawaii.

Ha sido una referencia del calentamiento global desde 1970 que inició esto del Día del Medio Ambiente y la lucha por salvar al planeta Tierra de la extinción masiva de especies.

Puede observarse a simple vista que la línea negra, es una tendencia sostenida alcista, también que la línea roja sube y baja entrelazándose con la tendencia principal.

El CO2 es un gas de efecto invernadero y sus altas concentraciones impiden el rebote del calor que recibimos del sol y lo atrapa, es como sucede en el interior de nuestro auto cuando dejamos cerradas las ventanillas a medio día.

Exactamente igual, los cristales del auto atrapan el calor del sol dentro del auto y no lo dejan rebotar, es lo que sucede con la atmósfera de la Tierra.

La línea roja que sube y baja es nuestro planeta respirando el calor del sol mostrando como la vegetación y plancton terrestres funcionan como pulmones. Durante primavera y verano baja, por que hay más vegetación, más plancton y por ende se consume más CO2, se reactivan los sumideros naturales de carbono como el océano y los bosques y se genera oxigeno.

Durante otoño e invierno sube la línea roja por que los árboles pierden su follaje y dejan de procesar CO2 incrementando su concentración en la atmósfera.

Extraordinario ¿no?

Durante el día también sube la temperatura y durante la noche baja, entonces ¿por qué asustarnos por 2ºC si ayer a medio día estábamos a 28ºC y amanecimos a 20ºC?, si hubo un cambio de 8ºC y no se acabó el mundo ¿Por que la alarma de los 2ºC?.

Por que hablamos de la línea negra, de 2ºC en la tendencia principal que marca el calentamiento global promedio anualizado. Es decir, por el día y noche la temperatura sube y baja, por las estaciones anuales sube y baja también, pero cada año sube más y baja menos en el promedio anualizado.

Desde la era industrial humana a finales del siglo 18, comenzó el incremento del CO2 en la atmósfera y simultáneamente la reducción de los pulmones terrestres por la deforestación y contaminación de los océanos. La humanidad comenzó a prosperar y nuestros grandes problemas como el agua, los residuos, las emisiones, la expansión urbana y la pérdida de especies fueron afectándose.

Pero es a partir de la Segunda Guerra Mundial, luego con la carrera Espacial y la Guerra Fría, la caída del Comunismo y la Gobalización que la humanidad se expandió tanto que ahora es capaz de modificar el clima terrestre e incluso se habla de una era geológica generada por la acción humana, se habla del Antropocéno.

Los últimos 50 años la curva de Keeling se ha disparado exponencialmente alcista, tan rápido como el tiempo de ésta última generación. Que comienza a percibir los efectos del cambio climático y que toma conciencia de ser la que tiene que hacer algo, como dijo una vez Obama en Glasgow Escocia en 2020.

Desde 1997 en los Protocolos de Kyoto se planteó una forma de modificar la economía global para romper la dinámica actual completamente petrolizada, se planteó que los grandes emisores de CO2 pagaran multas para que esos recursos se usaran para proyectos tendientes a reducir esas emisiones o a combatir el calentamiento global.

Fué hasta 2015 en los Acuerdos de París que se volvió vinculante el Protocolo de Kyoto y más de 190 Países firmaron el compromiso de evitar la barrera de los 2ºC de Calentamiento Global.

Pero la curva de Keeling sigue subiendo, por el contrario la pregunta es: ¿Cuánto tiempo nos queda? Solo 8 años, en 2030 la tendencia llegará al punto de no retorno. Dice la ciencia y el Panel de la ONU para Medio Ambiente.

¿Es ésto ficción o realidad?¿Cómo debemos prepararnos en el Caribe Mexicano?¿Qué significa éste nuevo clima que prevalecerá sobre lo que hoy conocemos?¿Qué medidas de resistencia, adaptación y evolución necesitamos comenzar a adoptar desde ahora?

No estamos pensando en el sentido apocalíptico de la futura crisis, no, solo en sentido preventivo.

Por que hablar de crisis climáticas genera solastalgia, se los he dicho cien veces, genera angustia y ansiedad mental y eso conduce a bloqueos mentales, la mayoría prefiere pensar en distractores.

He comentado cien veces más, que los temas ambientales hay que comunicarlos sin generar angustia para que no se cierre la audiencia.

Nuestro futuro turístico y urbano está en riesgo total. Hablamos de ésto, no de un apocalipsis, ese será por ahí por 2040 aproximadamente.

En 2030 podría colapsar totalmente el sistema arrecifal, hoy severamente enfermo por el síndrome blanco, afectado por el calentamiento global, por el blanqueamiento y agresivamente contaminado por la calidad del agua que le llega de nuestra actividad humana.

Hemos aprendido a entender las corrientes marinas sufriendo el sargazo y ahora sabemos que en la corriente del caribe llegan millones de toneladas de materia orgánica y contaminación a estrellarse contra nuestro sistema arrecifal mesoamericano.

Tal vez deberíamos comenzar a hundir barcos que funcionen como arrecifes artificiales, a hacer más museos subacuáticos como el Musa, fomentar el cultivo de arrecifes en granjas, resembrar corales, hacer vedas de arrecifes por sectores y alejar la presencia humana por varios meses para reducir el estrés. Es un ejemplo de adaptación empresarial.

Pero me temo que las algas ganarán la batalla sobre los corales, por que las algas tienen mejores condiciones de CO2, de nutrientes, de polución y les encanta reproducirse, hablo de algas que flotan y de algas que se adhieren al fondo marino también.

Habrá más y más sargazo, si a veces recala o no es por cuestión de los vientos, cuando hay componente este" recala y cuando hay "norte" se limpia por lo general. Pero las colonias están ahí, afuera en las corrientes principales del Caribe, en lo que se conoce hoy como el cinturón de sargazo del Atlántico Norte, habrá más sargazo cada año, ya no se irá a menos que la tendencia de la curva de Keeling cambie a la baja. Lo cual no va a pasar.

La erosión de playas será más intensa, por que a medida que se derriten volúmenes de agua de los polos en cada verano se suma agua a las corrientes marinas y al ciclo hidrológico terrestre. Cada año se calienta más la tierra y se enfría menos, hemos dicho.

Es como el hielo en la nevera de las cervezas, cada vez que abrimos la tapa, se derrite más y más, conforme pasa el tiempo se pierde más hielo y se tiene más agua, pero como no se está recongelando llegará un momento en el que sea pura agua, más agua.

Al aumentar el nivel del mar habrá más presión en los ecosistemas costeros y más erosión, también habrá mas evaporación y más precipitación.

Aprendamos a ver el mar hoy como el estado en el que quedó la última inundación. Hace 12,000 años estaba 76 m debajo del nivel actual. Prueba de que si puede seguir subiendo para los incrédulos.

Más lluvia implica menos días soleados, reducción de la actividad naútica y afectación a diversos negocios turísticos relacionados con el mar.

Hay muchas más afectaciones que deberíamos estar estudiando con todo. Deberíamos pregúntanos ¿Cómo afecta mi prioridad, mi negocio, mi trabajo, mis planes?

Los analistas en muchas partes del mundo hablan de crisis alimentaria, falta de agua de consumo, migración climática de millones de desplazados, hablan de huracanes más fuertes, muchas tormentas y olas de calor, sequías y un escenario aterrador.

Estamos en 1.2ºC del límite no reversible de los 2ºC establecido en París y vamos a lograrlo para 2030. Llegaremos, así que enfoquemos nuestro desarrollo a ése escenario.

Además no depende solo de nosotros en el Caribe Mexicano, en realidad ni siquiera somos culpables de ese CO2, China genera el 31%, luego sigue Estados Unidos con el 14%, India con el 8% y la Unión Europea con otro 7%. Si tomamos en 20 naciones para la Eurozona, tenemos que 23 Países de 190 generan el 60% de los gases de efecto invernadero. El 31 % de los Países, el otro 70% también es generador pero en menor medida, el problema es que juntos hacen el otro 40%.

En fin, lo que quiero decir es que será imposible evitar esos 2ºC y es mejor hacer las previsiones para el futuro, en negocios, en la empresa, para la familia, los planes, nuestra infraestructura, prepararnos a ser competitivos cuando el problema se incremente por sus efectos sobre nuestra industria turística.

Acuñaré ésta frase a ver si me hago famoso.

Somos la única especie consciente de su propia extinción ... y no estoy tan seguro.


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