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Se nos adelantó el Arquitecto Páez ...


Hoy se dio la noticia en diversos medios y redes sociales de la lamentable pérdida del Arq. Rodolfo Páez Villaseñor.

Sin duda un pionero de Cancún, de gran carácter, firmeza y en general un hombre de trabajo incansable.

Buen hombre, de familia y buenas costumbres, intachable.

Se que hablarán mucho de él, por que debe haber cientos de anécdotas de su vida. Yo hablaré de mi experiencia con el.

Llegue a Cancún con una maleta, una laptop, un celular de esos pockets que usábamos en los principios de los 90 y una camioneta.

En ese entonces yo construía estructuras metálicas y mi oficina estaba en Mérida Yucatán, venía a hacer obras y los fines de semana me regresaba.

En ese entonces la industria de la construcción de Cancún y de la incipiente Riviera Maya, eran muy intensas, había trabajo para todos.

Páez tenía mucha obra en ese entonces, estaba construyendo los parques de béisbol: el Beto Avila en Cancún y el Nachan ka'an de Chetumal.

Me llegó y le coticé las cajas de bateo, unos tableros para que los beisbolistas entrenaran, diversos implementes que usaban y algunos barandales, postes de luminarias y diversas cosas de herreria del parque como la estructura detrás del home.

Un dia, andaba en la obra y me estaba buscando: ¿donde está el ingeneiro esquivel?

¿Donde demonios está el ingeniero?

Cuando tenía obras era muy estricto y duro, no le gustaban los retrasos o incumplimientos, cuando llegaba a campo quería a todos a su alrededor verificando calidad, avances y tomando desiciones de construcción. Hacia sus recorridos en forma aleatoria y sin avisar.

Era un martes y yo estaba en Mérida, normalmente aparecía por Cancún los martes, y esa vez no me encontró.


Me llamó y me reclamó fuerte, con personalidad, los que lo conocieron saben de qué hablo, y como yo soy parecido a el, le discutí tratando de justificarme, pensaba ¿quien es este señor para estarme levantando la voz?.

Entonces le dije: Mire Arquitecto, yo no soy su empleado, mi gente está trabajando y apenas llegue a Cancún me reporto con usted. Y me puse al tu por tu con el y le dije: Tengo otras obras ¿acaso usted me dará todas las obras que necesita mi empresa?

Cuando llegue a Cancún por la tarde fui a verlo y me sentó y dijo: Mira ingeniero, te voy a dar todas las estructuras metálicas durante un año pero quiero que vivas aquí y no quiero tener que estarte localizando.

¿Habla usted en serio Arquitecto?

Y así fue, durante un año, construí casi exclusivamente todo lo que tuvo que ver con acero en su constructora, me vine a vivir a Cancún y aún no regreso.

El me aseguró un año de trabajo y yo lo aproveché, en gran parte por él soy cancunense.

Después coincidí con sus hijos Willy y Mima a quienes di clases en una de las primeras generaciones de La Salle de la carrera de Arquitectura. Dos chavos fascinantes y de tal palo tal astilla, trabajadores y emprendedores.

Una familia respetable sin duda, cancunenses al 100%, trabajadores y responsables, gente de bien, de buenos valores humanos.

Siempre recordaré cuando después de un año fui a cobrar un cheque a su oficina y me dijo: Ya pasó un año, ya no tengo compromisos contigo, pero te demostré que si podemos trabajar juntos.

Después hicimos el Gran Caribe Real con Grupo ArqCan, luego el Hotel TuCancun Beach, la Catedral de Cancún y muchas obras más.

Siempre recordaré su carácter firme y la forma educada que tenía de trabajar y tratar a los demás. Sin duda el respeto por delante.

Descanse en paz.

Arquitecto Páez.


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