Recuerdo aquellos 80s de aventuras por el Caribe Mexicano, cuando ir a Playa desde Cancún era en una carretera de dos carriles, uno de ida y otro de vuelta, seguir a Tulum era una travesía de terracería y aventurarse más allá de Tulum era impensable, ya pasabas al modo expedición.
También recuerdo el explosivo éxito de Cancún principalmente desde aquel Miss Universo que contemplé en la Av Tulum, a unos pasos del Ceviche, la ciudad terminaba ahí. Ahí daban vuelta los carros alegóricos de aquel humilde Carnaval.
Esos mismos tiempos posteriores a Gilberto en 1989, e inicios de los 90s fueron detonantes.
La Riviera Maya era aún incipiente y si alguien me hubiera dicho que tendríamos más de 1,100 hoteles con más de 125,000 cuartos de hotel, que el aeropuerto de Cancún superaría las 700 operaciones diarias y llegaríamos a 17 millones de turistas le hubiera dicho: ¡estás demente! ¡ Presta para andar igual !.
Así, la idea de inventar un paraíso turístico de Cancún, detonó la Riviera Maya y se extrapoló.
Hoy tenemos una expansión turística sin precedentes en puerta y para los que aún no la han notado, amenaza con ser rápida y definitiva.
Es lo qué hay que visualizar hoy que se están reafirmando viejos convenios y acuerdos de expansión turística y se está construyendo el Tren Maya.
Hace unos días, la Gobernadora Mara Lezama participó en la 35a Reunión "Alianza Mundo Maya México" destacando que hoy, más que nunca la región recibe un impulso importante para el crecimiento económico, para cerrar brechas de desigualdad, llevar justicia social y transformar las vidas de los pueblos originarios, y así saldar una deuda histórica que tenemos con ellos.
La Gobernadora visualiza una transformación total y expansión de beneficios al sur, ese crecimiento turístico tan anhelado para regiones como la Zona Maya del Caribe, para Chetumal, para la Región del Río Hondo inclusive.
Mara visualiza un impulso de visitantes, una tendencia de turistas a buscar ecoturismo, turismo comunitario, buscadores de la cultura maya, visitantes que dejarán los grandes hoteles de 5 estrellas y que cambiarán el sol y playa por la selva, unas ruinas arqueológicas o un cenote, pero en el ambiente rural y natural de la selva maya.
Con el Tren Maya, es todavía más probable que esta tendencia crezca y como consecuencia comenzarán a generarse centros de comercio de artesanías, más demanda de productos y servicios de nuestros indígenas y mestizos, habrá mayor necesidad de servicios, hoteles, restaurantes y tours se detonarían en toda la zona maya actual y más al sur muchos empleos. Habrán cadenas productivas nuevas.
Es la prosperidad compartida, solo así podrá reducirse la brecha y la deuda histórica que tenemos con ellos, por que tomamos sus ecosistemas con su territorio y su historia y las volvimos infraestructura turística y ellos llegaron primero, tienen más de 1,000 años aquí.
Y ojo, que el turismo cuando llega, crece y se expande en serio.
Información Oficial:
Se firmó la Carta de Intención entre el Proyecto Generando Empleo y Sustentabilidad en el Sur-sureste de México (SURGES) de USAID y la Alianza Mundo Maya México, que incluye a Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán a fin de dar continuidad al trabajo colaborativo en favor del fortalecimiento turístico de la región.
Con la presencia de representantes de los gobiernos de Campeche, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, la gobernadora Mara Lezama declaró que, en cifras el Mundo Maya ofrece más de 170 mil habitaciones hoteleras, dos mil kilómetros de costa, 60 sitios arqueológicos, 14 pueblos mágicos, 11 aeropuertos internacionales, siete terminales para el arribo de cruceros y más de 30 terminales de autobuses.